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| Antes de los años 40 del siglo XX, la illeta dels Banyets era, como su topónimo valenciano indica, una isla. Pero no siempre fue así. Hasta un momento indeterminado de la Edad Media, era una pequeña península. La erosión marina o un cataclismo natural abrieron un canal que dieron forma al accidente geográfico rodeado de mar. Por ello, para entender mejor la ocupación humana de este enclave durante la Prehistoria y la Antigüedad, hemos de imaginarnos en aquellas épocas una alargada meseta adentrándose en el Mediterráneo. |
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Los primeros indicios de ocupación se remontan a finales del tercer milenio a. D. y sus pobladores vivían en cabañas de planta circular. Luego, durante la Edad del Bronce, vuelve a habitarse en dos momentos. En los inicios del segundo milenio a. C. por la cultura del Argar, manifestada mediante enterramientos con ajuares metálicos y de adorno personal muy característicos y, en los últimos siglos de aquel periodo, en lo que se conoce como Bronce tardío, se construyen dos grandes cisternas talladas en la roca con revestimiento de mampostería. El aporte de agua se conseguía mediante canalizaciones todavía visibles. Durante aproximadamente 600 años, la illeta quedó desierta y los siguientes pobladores ya pertenecían a la Cultura Ibérica. En la segunda mitad del s. V a. C. hay indicios e un asentamiento cuyo resto mas importante es un profundo aljibe excavado en la roca. |
| Este núcleo surge una importante remodelación y se crea un poblado de trazado regular, con anchas calles y edificios singulares entre los que sobresalen dos templos en los que se pueden entrever elementos de influencia semita. Una característica especial de la illeta, que destaca de otros centros ibéricos es la actividad productiva: contaba con instalaciones de transformación de productos agrícolas, para la conservación del pescado y almacenes. Frente al yacimiento, además, se conocen varios hornos para la fabricación de ánforas ibéricas. Esta base económica probablemente impulsó un rico comercio con otras regiones mediterráneas. Una gran variedad de vasos cerámicos griegos y ánforas cartaginesas son sus testigos. El poblado ibérico se abandonó en el siglo III a. C. y durante otros trescientos años el poblado volvió a quedar despoblado. En época romana sobre las ruinas ibéricas y prehistóricas se alzó una villa agrícola que contaba con unas pequeñas termas. |
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De esta época y quizá también vinculadas a la villa o a otras cercanas, son los viveros cortados en las rocas costeras. A pesar de estar muy erosionadas aún se pueden distinguir las balsas, comunicadas con el mar, en las que eran criados los peces. Son estas construcciones, el banyets, las que dieron nombre al yacimiento. Según el imaginario popular eran los baños de una reina mora. Aunque no por esta razón, sabemos que el último periodo de ocupación de la illeta es islámico del s XI del que no se han conservado restos constructivos, y solo es conocido por las cerámicas que dejaron sus habitantes. |
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Horario verano ( 15 junio al 17 agosto ) Mañanas de 09:00h a 12:00h. Horario verano ( 19 agosto al 14 septiembre ) Mañanas de 09:00h a 12:00h. Horario invierno ( 18 septiembre al 15 junio ) Mañanas de 10:00h a 14:,,h Más información en el MARQ ( Museo Arqueológico de Alicante ) |
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