El Argar es un importante yacimiento arqueológico de un poblado prehistórico del sudeste ibérico (Antas, Almería) que da nombre a la Cultura de El Argar.
El espectacular desarrollo de esta cultura hizo pensar que no mantenía ninguna relación con las fases anteriores, teniendo su origen en influencias mediterráneas; ahora se piensa que es una continuidad de Los Millares.
Tiene un urbanismo complejo, exclusivo de esta cultura. En el lugar se han hallado unas dos mil sepulturas aunque apenas se conocen las estructuras de las viviendas. Se caracteriza por un urbanismo en terrazas, con una acrópolis situada en lo más alto del yacimiento.
En cuanto a su metalurgia se caracteriza por las armas que son: puñales, espadas y alabardas. Se muestra la creciente presencia de adornos de plata y oro en los ajuares funerarios de mayor prestigio. Al final del período se realizan las primeras aleaciones de bronce.
En lo referente a la ganadería y la agricultura hay pocas variaciones; hay alguna especie nueva como el caballo, aunque probablemente no se criaba para su consumo.
Su patrón funerario se basa en sepulturas individuales o dobles, ubicadas bajo las casas. El ritual y los ajuares reflejan una marcada desigualdad social. A partir sobre todo de la distribución de los objetos en las necrópolis del mundo argárico, se ha llegado a proponer que la sociedad argárica ya estaría estratificada –aunque hay opiniones diversas.
La ideología dominante es aristocrática y guerrera. Esto se refleja en la fortificación de los poblados, la gran importancia de las armas y la presencia de estas en los ajuares funerarios.
La evolución social argárica cesa en el Bronce Tardío y en torno a 1300 a. C., la información decaerá en toda la Península; para volver a tener información clara de la posterior etapa, el Bronce Final, habrá que esperar en torno al año 1000 a. C.